Las botellas y los escritores
Imagine a los escritores que acabo de citar como hombres comunes, sin ningún tipo de celebridad. Tenían problemas como todos, y la única forma de hablar, interactuar consigo mismo es mediante la bebida.
Todavía queda por ahí quien asocia la bebida con el talento literario o artístico. Escritores como Bukowski, Baudelaire, Hemingway, Poe, Martín Adán, Faulkner o Dostoyevsky, por decir algunos (la lista es interminable), hacen que uno por relación directa pueda pensar de esa forma. Escribir bajo los efectos del alcohol es una manera literaria, una forma de vida artística y debe ser entendida así. Quien intenta impulsarse bajo los efectos de cualquier sustancia está cometiendo una gran estupidez. Es cierto, el alcohol puede expandir tu horizonte creativo, darte libertad y en algunos casos licencia para tocar ciertos temas, pero la lucidez es un arma tan válida como la irreverencia.
Imagine a los escritores que acabo de citar como hombres comunes, sin ningún tipo de celebridad. Tenían problemas como todos, y la única forma de hablar, interactuar consigo mismo es mediante la bebida. Imposible juzgar, no sabes cómo es manejar una situación trágica y sobretodo, el carácter y emociones de una persona son como su huella dactilar, completamente singular. Para Edgar Allan Poe, cuya vida estuvo marcada por la tragedia, la creatividad sale a la luz cuando las limitaciones de su vida diaria y los problemas anteriores son olvidados. El alcohol es su estimulante, su alivio, su estabilidad, la fatídica intensidad que caracteriza a su obra. Puede que alguien lo tilde de cobarde, pero como ya dije, nadie puede ponerse en los zapatos de otro. Hablar sin conocer la vida de otro me parece más cobarde aun.
Yo imagino el día después a la catarsis, cuando todo da vueltas y lo que único que te sujeta a la tierra es la gravedad. El libro lleno de apuntes y no recordar como llego eso ahí rompe un esquema, te conecta contigo mismo. Porque lo que has escrito no es lo que haces para impresionar a alguien, si no la expresión de tu inconsciente.
La eterna relación y debate continúa: los escritores y artistas en general seguirán libando, dedicando sus obras bajo sus efectos y por supuesto, todas las opiniones son válidas. Personalmente creo que nadie necesita de algo para motivarse, puesto que el combustible mayor para escribir es la vida. Existen sabores, olores y emociones que solo se distinguen en el mayor estado de sensatez. Pienso que la mayor manera de beber es para disfrutar de un momento y no maquillarlo. Por ahora, siendo domingo de vacaciones, iré por un par de cervezas y luego terminare un cuento. Salud.